La coordinación de convivencia es el espacio de conciliación donde se garantiza, un ambiente fraterno, respetuoso y empático, desde el trabajo integral con todos los miembros de la comunidad educativa.
En esta dependencia promovemos en el contexto escolar las normas establecidas en el manual de Convivencia, velamos por el orden y buen comportamiento de los estudiantes.
Tratamos de resolver los conflictos que se generen entre estudiantes, o entre estos y los docentes. También realizamos el seguimiento a las acciones inadecuadas presentadas por los estudiantes y los docentes, evaluando los y llevamos los registros y controles necesarios para el seguimiento a estudiantes.
En este documento se establece normas de comportamiento social para aprender a autorregularse, y favorecer el libre desarrollo de la personalidad del estudiante con criterios de justicia, respeto por el otro, de tal manera que la permanencia en el Colegio, sea más sana, agradable y enriquecedora. Se fomenta la adquisición de los valores éticos y morales que favorezca la formación para la participación democrática en un ambiente de convivencia sana a través del ejemplo, el respeto por los derechos humanos, el conocimiento de sus deberes y la adquisición de los valores Salvatorianos: la trascendencia, espiritualidad, la bondad, solidaridad, justicia, la universalidad, libertad, respeto, la defensa de la vida, cuidado del medio ambiente, la verdad, honestidad y responsabilidad.
Identificación de situaciones que afectan la convivencia por acoso o violencia escolar, se define este tipo de violencia en el artículo 2 de la Ley 1620 de 2013, como toda conducta negativa, intencional metódica y sistemática de agresión, intimidación, humillación, ridiculización, difamación, coacción, aislamiento deliberado, amenaza o incitación a la violencia o cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o por medios electrónicos contra un niño, niña o adolescente, por parte de un estudiante o varios de sus pares con quienes mantiene una relación de poder asimétrica, que se presenta de forma reiterada o a lo largo de un tiempo determinado.
Remisión al Comité Escolar de Convivencia, para su documentación, análisis y atención a partir de la aplicación del manual de convivencia.
Es importante comprender que este Comité Escolar lidera en los establecimientos educativos acciones que fomenten la convivencia, la construcción de ciudadanía, el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos y la prevención y mitigación de la violencia escolar entre los miembros de la comunidad educativa, por ello, propone, analiza y viabiliza estrategias pedagógicas que permitan la flexibilización del modelo pedagógico que lean el contexto educativo y su pertinencia en la comunidad para determinar mejores maneras de relacionarse.
Activación de Protocolos y procedimientos de la ruta de atención integral que considera como mínimo los siguientes postulados:
Objetivo: Definir los procesos y los protocolos que deberá seguir la institución para la promoción de la sana convivencia, la prevención, atención y seguimiento de los casos de faltas muy graves, acoso de Bullying o matoneo en las diferentes situaciones que afectan la convivencia escolar.
Clasificación de las situaciones. Las situaciones que afectan la convivencia escolar y el ejercicio de los Derechos Humanos, sexuales y reproductivos, se clasifican en tres tipos:
Corresponden a este tipo los conflictos manejados inadecuadamente y aquellas situaciones esporádicas que inciden negativamente en el clima escolar, y que en ningún caso generan daños al cuerpo o a la salud.
La ruta de atención a situaciones de tipo I:
(Art. 114) La ruta de atención es: Brindar atención inmediata en salud física y mental a los afectados. Remitir la situación a las instancias administrativas cuando se requieran medidas de restablecimiento de derechos. Adoptar medidas de protección para los involucrados para evitar posibles acciones en su contra. Informar de manera inmediata a los padres o acudientes. Generar espacios para exponer y precisar lo acontecido. Determinar acciones restaurativas para la reparación de los daños causados, el restablecimiento de los derechos y la reconciliación. Realizar el reporte en el sistema de información unificado de convivencia escolar.
(Art. 115) La ruta de atención es: Brindar atención inmediata en salud física y mental a los afectados. Informar de manera inmediata a los acudientes. Informar la situación a la Policía de infancia y adolescencia. Citar a los integrantes del comité escolar de convivencia y ponerlos en conocimiento del caso. Adoptar las medidas propias para proteger a la víctima a quien se le atribuye la agresión. Realizar el reporte en el sistema de información unificado de convivencia escolar. Realizar el seguimiento por parte del comité escolar de convivencia de la autoridad que asuma el conocimiento y del comité municipal, distrital o departamental de convivencia escolar que ejerce jurisdicción sobre el establecimiento educativo.
Dar aviso a las Directivas del Colegio para activar la Ruta de Atención.
Realizar el reporte al Instituto de Bienestar Familiar de la zona donde vive la víctima.
Si el agresor es un menor de edad, también hacer reporte a ICBF.
Si el agresor es un menor de edad, reporte a Policía de Infancia y Adolescencia.
Si el agresor es un adulto, reporte a la Fiscalía, o al Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual, o a la Comisaría de Familia.
En caso de daño a la integridad física de la víctima, reporte y remisión a la EPS.
Activar el caso en el Comité de Convivencia Escolar que sesiona ordinariamente o extraordinariamente, cuando las circunstancias lo ameriten.
Atender los requerimientos de las entidades de la ruta de atención integral que lo soliciten.
Hacer seguimiento a lo actuado, solicitado o realizado, por las entidades de la ruta.
Hacer acompañamiento y seguimiento a los padres de familia de la víctima.
Hacer acompañamiento y seguimiento a los padres del agresor, si es un estudiante del colegio.